UNA ORACIÓN-CONVERSACION
P. Daniel Albarrán
Señor, ahora, que me iba al descanso de la noche,
me puse triste
por todo lo que "nos está aconteciendo".
Y, pasaron por mi cabeza
muchas cosas,
sobre todo, el problema de la gasolina.
Y, me invadió sensación negativa.
Por eso y por muchas cosas.
Pero, enseguida,
como en una de "un angelito bueno",
resonó una vocecita,
que me dijo:
-- chico...
-- estás vivo,
-- tienes salud,
-- hay hogar,
-- hay casa,
-- hay familia,
-- has comido,
-- no te ha faltado "nada".
Y, entonces, recapacité, Señor,
y, dije:
-- es verdad, Señor.
Y, entonces, sonreí
agradecido.
Amén.
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