UN CUENTO DE ABANDONO
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Pasadas las siete de la mañana.
Los días habían estado
lluviosos.
Las mañanas
eran muy frescas.
Igual,
hacia calor.
Estaba en el rezo
de los Laudes.
Entonces,
en el salterio
y los salmos
estaba el canto del
libro de Habacuc.
Y, había
una experiencia de fe
importante de resaltar.
Dice:
-- Aunque la higuera no echa yemas
-- y las viñas no tienen fruto,
-- aunque el olivo olvida su aceituna
-- y los campos no dan cosechas,
-- aunque se acaben las ovejas del redil
-- y no quedan vacas en el establo,
-- yo exultaré con el Señor,
me gloriaré en Dios, mi salvador.
Y, esa experiencia
de abandono
me pareció interesante.
-- Porque,
sea lo que sea,
y, como sea...
aún, adverso...
-- Aún, así:
-- "yo exultaré con el Señor,
-- me gloriaré en Dios, mi salvador".
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
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