lunes, 20 de julio de 2020

UN CUENTO DE CONFIANZA Y FE

UN CUENTO DE CONFIANZA Y FE

P. Daniel Albarrán


Érase una vez...

En el mesón de la cocina

contiguo al comedor

estaba una imagen-replica

de un hombrecito:

Vestía traje negro,

de corbata,

tenía sombrero pequeño,

y portaba las manos

atrás.

Tenía bigote

bien cuidado.

Y de cachetitos gordos.

Mostraba mirada tímida.

Y, parecía

haber sido,

más bien callado

y de poco hablar.

Y, junto a la figurita

siempre había

una tasa de café negro.

Todos los días,

tenía una taza de café,

del café del día.

La imagen

era la representación

del doctor

José Gregorio Hernández.

-- ¡Hola, chamo!

Lo saludaba todos los días

el hombre de la familia.

Tomaban café juntos:

Una taza para el doctor,

y otra para él.

Era el café de la mañana.

Y, él le hablaba.

Era su amigo.

Su pana.

Había confianza.

Y, también,

usaba bigotes,

un poco parecido al del doctor.

Y, entonces, él

se fumaba un cigarro,

ahí,

delante del doctor,

su amigo.

Y, así,

todos los días.

Era bonito verlos

hablar:

más bien, monólogo.

Es que al doctor

se le veía

que era de poco hablar.

Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.

Fin.

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