UN CUENTO DE ADVOCACIONES
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
16 de julio:
Fiesta de la Virgen del Carmen.
Y, aparecía
ante la mente
la idea
de una imagen
de color marrón
y su escapulario.
Y, era suspirar
de sensaciones bonitas
y de recuerdos
de niño:
Una Virgen
querida
y de nuestros hogares.
Una imagen
de la Virgen,
devoción
de la abuela
y de los mayores.
Y, hacía
sentir y pensar
en oración nocturna,
y en confianza
familiar.
Y, era
recordar
el chocolate caliente,
el fogón encendido,
el olor a humo de leña,
al café recién colado,
al apretón del
abrazo de abuela,
y su bendición,
y su ternura
de madre y de abuela.
Y, era
recordar
el altarcito
en la sala
de la Virgen,
en la imagen
de El Carmen.
Y, era
saber
y vivir
de cosas
que nos traía
en memoria
la Virgen...
en un sentido:
-- Ruega por nosotros.
-- Amén.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
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