UN CUENTO DE PERDÓN
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Una joven dama
fue a conversar
con su párroco:
-- "¿Padre, seré que tendré
-- perdón de Dios"
Dijo ella con sinceridad.
Y el párroco
se quedó esperando
que la joven continuara.
-- "Padre...
-- me levanté
-- a las cuatro de la madrugada
-- y me fui a hacer la cola
-- para surtir mi carro de gasolina.
-- cerca de las tres de la tarde
-- dijieron:
-- se acabó la gasolina.
-- Padre...
-- yo dije como diez groserías.
-- y dije cosas y cosas.
-- Y, para remate,
-- al regresar
-- hubo que empujar...
-- me había quedado...
-- sin gasolina...
-- Y, volví a decir
-- más groserías.
Y, eso que ella
no contó, que:
en su casa no había gas
para cocinar,
tampoco había luz,
y, ni siquiera internet.
Y, la cosa estaba full fea.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
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