UN CUENTO DE CARAMELO
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Un entrenador de caballos de paso.
También tenía un burro
y se llamaba Caramelo.
Como era de esperarse no se esperaba mucho
del burro.
Porque, burro es burro.
Y es torpe en sus movimientos.
Pero un día su dueño
decidió entrenarlo.
El burro, y que se llamaba Caramelo,
empezó, tras duras disciplinas
o dar nuestras de ser dócil
y de aprender con facilidad.
Entonces, el burro hacia todos los pasos
y todas las figuras
a las que le exigía su dueño
y su entrenador.
Y, comenzó a hacerse famoso en España.
Y, todos hablaban del burro Caramelo.
Era sorprendente.
Algunos lo calificaban
como "el burro que se cree caballo".
Y, confundían las cosas.
Porque, no era burro
buscando ser caballo,
sino burro siendo burro
que hacía lo mismo que hacía un caballo de paso,
con la gracia de burro,
sin dejar de ser lo que era.
Y, colorín colorado; este cuento se ha acabado.
Fin.
Nota: envío el link para que vea hermosa realidad.
https://youtu.be/15wiQjyCWQo
lunes, 20 de julio de 2020
UN CUENTO DE TELEVISIÓN
UN CUENTO DE TELEVISIÓN
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Se estaba corriendo la noticia:
El servicio de televisión de satélite
se iba y cerraba sus prestaciones en Venezuela.
Se trataba de Directv.
-- ¡ No puede ser! -- expresaban unos
con la esperanza que no fuera
más que una broma.
Pero, hay cosas que son
aunque uno no quisiera.
Simplemente, son.
Nada valía que se reiniciara
el decodificador.
La señal era azul
y el logos de la empresa que rotaba por toda la pantalla del televisor.
Pero, en algunos lugares
había señal y todo funcionaba sin problemas.
¿Cómo explicarlo?
El caso es que allá, sí.
Aquí, no.
Y, entonces, "esperanza"
aparecía.
Porque: un día que fueron al mercado,
y fue la última que se perdió.
Y, cabría la posibilidad que igual fuera en la realidad de este cuento,
que es, también, crónica,
más allá de cuentos.
Quedaba el día siguiente.
Había que esperar.
Qué pasaría con "esperanza".
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Se estaba corriendo la noticia:
El servicio de televisión de satélite
se iba y cerraba sus prestaciones en Venezuela.
Se trataba de Directv.
-- ¡ No puede ser! -- expresaban unos
con la esperanza que no fuera
más que una broma.
Pero, hay cosas que son
aunque uno no quisiera.
Simplemente, son.
Nada valía que se reiniciara
el decodificador.
La señal era azul
y el logos de la empresa que rotaba por toda la pantalla del televisor.
Pero, en algunos lugares
había señal y todo funcionaba sin problemas.
¿Cómo explicarlo?
El caso es que allá, sí.
Aquí, no.
Y, entonces, "esperanza"
aparecía.
Porque: un día que fueron al mercado,
y fue la última que se perdió.
Y, cabría la posibilidad que igual fuera en la realidad de este cuento,
que es, también, crónica,
más allá de cuentos.
Quedaba el día siguiente.
Había que esperar.
Qué pasaría con "esperanza".
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
UN CUENTO DE MARACAS
UN CUENTO DE MARACAS
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Estaban pasando cosas terribles.
Cosas que es mejor no detallar, para no ponernos nostálgicos.
Entonces, mandaron un vídeo
de un hombre
que hacía sonar una maraca,
y después de dos o tres sonidos,
el hombre decía,
cantando:
-- "aquí no pasa nada"
Y, el hombre recordaba
que si llegaba a suceder
"esto" o "aquello",
pasaría esto otro.
Y, enseguida, el mismo hombre
reaccionaba,
y decía:
-- sucedió lo que se temía...
Y, volvía a maraquear, otras tres veces,
y volvía a decir:
-- "aquí no pasa nada".
-- y chuqui-chuqui-chiqui (sonido de la maraca).
-- aquí no pasa nada...
Y, en verdad, si estaban pasando
cosas de cosas,
por eso era que él maraqueaba y cantaba,
con sarcasmo....
Y, chuqui-chuqui-chiqui...
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
UNA ORACIÓN-CONVERSACION
UNA ORACIÓN-CONVERSACION
P. Daniel Albarrán
Señor, ahora, que me iba al descanso de la noche,
me puse triste
por todo lo que "nos está aconteciendo".
Y, pasaron por mi cabeza
muchas cosas,
sobre todo, el problema de la gasolina.
Y, me invadió sensación negativa.
Por eso y por muchas cosas.
Pero, enseguida,
como en una de "un angelito bueno",
resonó una vocecita,
que me dijo:
-- chico...
-- estás vivo,
-- tienes salud,
-- hay hogar,
-- hay casa,
-- hay familia,
-- has comido,
-- no te ha faltado "nada".
Y, entonces, recapacité, Señor,
y, dije:
-- es verdad, Señor.
Y, entonces, sonreí
agradecido.
Amén.
UN CUENTO SOBRE LA PAZ
UN CUENTO SOBRE LA PAZ
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
En los Evangelios
Se hablaba de "la paz".
Cada vez que Jesucristo
aparecía
después de resucitado
saludaba:
"La Paz con ustedes".
Es de suponer
que, como buen judío,
saludaría siempre con el "Shalom".
Ahora, resucitado,
era otra la paz.
La paz del resucitado.
Diferencia: "la Cruz".
Y, también, Él mismo dijo
que su paz
era distinta a la paz
que da el mundo.
La suya:
Paz, de después de la Cruz.
Y, desde la Cruz.
La paz de Cristo, es
distinta:
-- sin Cruz
-- no hay paz.
Y, Cruz en sentido
de historia:
"cargarla",
"llevarla",
"asumirla".
Condición para seguirlo.
Él mismo había muerto en ella.
La asumió.
Y, enseguida, manda
que se enseñe eso mismo:
La Cruz.
Así lo quiere el Padre.
Así lo cumplió el Hijo.
Y, así nos lo recordará
el Espíritu Santo.
Y, eso es su legado.
En caso de olvidarlo,
el Espíritu nos lo recordará.
Sin Cruz,
no hay Paz.
Y, Cruz, como:
La vida como es:
"Asumida".
Y, la paz,
con ustedes.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
UN CUENTO DE PERDÓN
UN CUENTO DE PERDÓN
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Una joven dama
fue a conversar
con su párroco:
-- "¿Padre, seré que tendré
-- perdón de Dios"
Dijo ella con sinceridad.
Y el párroco
se quedó esperando
que la joven continuara.
-- "Padre...
-- me levanté
-- a las cuatro de la madrugada
-- y me fui a hacer la cola
-- para surtir mi carro de gasolina.
-- cerca de las tres de la tarde
-- dijieron:
-- se acabó la gasolina.
-- Padre...
-- yo dije como diez groserías.
-- y dije cosas y cosas.
-- Y, para remate,
-- al regresar
-- hubo que empujar...
-- me había quedado...
-- sin gasolina...
-- Y, volví a decir
-- más groserías.
Y, eso que ella
no contó, que:
en su casa no había gas
para cocinar,
tampoco había luz,
y, ni siquiera internet.
Y, la cosa estaba full fea.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
UN CUENTO DEL "Y SI SE"
UN CUENTO DEL "Y SI SE"
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Los tiempos iban corriendo
como suele correr el tiempo.
Y lo que había pasado,
había pasado.
Y, lo que
no había pasado,
Lo segundo se llama
"futurismo":
aquello que pudo
haber sido,
y no fue.
El caso típico es:
"¿Y, si Adán y Eva,
no hubieran
comido la manzana?"
Y, algunos se dedican
a planificar y hablar
de cómo fuera el mundo,
si hubiera sido así.
El, *"y, si se..."*.
Ahora, en el post-pandemia,
va a ser interesante la cosa:
-- "Y, si se"...esto...
-- "Y, si se"... aquello.
Los hechos,
son los hechos.
Nada valen los "y, si se"...
Igualmente:
-- y, si hace veinte años
-- ni hubiéramos votado por...
El hecho es que se votó.
-- "y, si hubiera sucedido
-- esto...
No sucedió.
Lo que fue, fue.
Y, lo que no fue....
Puede hasta ser una herramienta
para manipular:
-- "¿Y, si se hubiese enfermado?"
No sé enfermó.
-- "No... Pero...y si se..."
Y, los futuribles...
Y, si yo hubiera
escrito...
Pero, no fue...
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
UN CUENTO DE TRINIDAD
UN CUENTO DE TRINIDAD
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Se hablaba
de la TRINIDAD:
misterio.
El Padre,
el Hijo
y el Espíritu Santo.
Entonces, después de tanto
hablar,
uno se levantó
y dijo:
-- Gloria al Padre,
-- al Hijo,
-- y al Espíritu Santo.
Y, todos contestaron:
-- como era
-- en el Principio,
-- ahora,
-- y, siempre..
-- Amén.
Y, con ello
ya lo habían dicho todo.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin.
UN CUENTO DE "OTRA VEZ"
UN CUENTO DE "OTRA VEZ"
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
La historia del "CORONA-BUS".
No es cuento.
-- A mí mismo...ayer --
Me contaba mi amigo William:
-- ¡Métase al autobús --
-- me dijeron.
Iba contándome.
-- ¡Y, me subí!
-- ¡¿Que más podía hacer?!
Y, reíamos de lo sucedido.
Es que después de cierta hora
al que vean en la calle,
pal' autobús...
Y, una charla-video...
-- ¡Y, a mi esposo...!
Contaba una señora...
-- Iba llegando...
-- venía de haber recibido una ración de CORONA-BUS y de conferencia...
Y, llegando a la casa...
se lo volvieron a llevar
el mismo día.
No hubo alegato...
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
UN CUENTO DE URBI
UN CUENTO DE URBI
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Marzo del año 2020:
Tiempo de CORONAVIRUS,
tiempo de cuarentena.
Las gentes ansiaban
una palabra de esperanza.
Y, en el Papa Francisco
cifraban su consuelo.
Entonces,
se esperaba
La BENDICIÓN "URBI ET ORBI".
Y, el texto bíblico
de la tempestad calmada
fue la inspiración.
-- todos en la misma barca
-- todos, igualmente, asustados
Y la angustia:
-- "Maestro...que nos hundimos".
Entonces, el Papa
imagina y reza, porque
después de la pandemia
-- todos...de seguro
-- no podremos seguir
-- haciendo y siendo
-- lo que éramos a antes de la pandemia.
Algún cambio
habrá de suceder
en la persona de este tiempo.
-- ¡La conversión desde la fe!
-- ¡Cambio de vida!
Han pasado cuatro meses.
Y, mirando-mirando...
a nuestro compatriotas...
-- ¡¿Qué ha cambiado?!
Sí. Si. Sí
Cambiado:
Nuevas formas de la misma forma
de aprovecharse
sacando ventaja...
Muy lejos de conversión.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
UNA DE NUEVA VISIÓN
UNA DE NUEVA VISIÓN
P. Daniel Albarrán
Señor, una nueva semana:
"Todo nuevo,
y todo viejo",
según se nos instruye
en el libro del Eclesiastés:
"Nada nuevo bajo el sol".
Solo la novedad
en la intensidad
del día a día.
Eso es lo nuevo:
-- que no nos falte, Señor,
-- la intensidad en lo de siempre.
Y, entonces, la aplicación
de las bienaventuranzas:
-- dichosos los pobres de espíritu.
En la que el recordatorio es;
-- "Dios proveerá".
Y, abandonados
en tus manos.
Porque, ayer
no nos faltó.
Hoy, tampoco,
no nos faltará.
Y, esa será la intensidad
en el abandonarnos.
Amén.
Y, colorín-colorado; esta oración, es ahora que ha empezado.
Amén
UN CUENTO COPIADO
UN CUENTO COPIADO
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Me llegó un cuento.
Y, como me pareció
aleccionador,
lo copio y pego,
de inmediato,
y lo envío.
Dice el cuento:
EL PADRE QUE FRACASÓ
El Padre de un pequeño pueblo llegó a la iglesia
animado y motivado para realizar otra misa vespertina.
La hora pasaba y el pueblo no llegaba.
Después de 15 minutos de retraso, entraron tres niños.
Después de 20 minutos entraron dos jóvenes.
Así que el sacerdote decidió comenzar la misa con los cinco hermanos.
En el transcurso de la misa, entró una pareja que se sentó en los últimos bancos de la iglesia.
Cuando el sacerdote hacía Homilía, entró otro señor,
medio sucio, con una cuerda en la mano.
Decepcionado y sin entender por qué la débil participación de los fieles,
el sacerdote condujo la misa animada y predicó con dedicación y celo.
Cuando volvía a la casa fue asaltado y golpeado por dos ladrones que llevaron su carpeta donde estaban su Biblia y otras pertenencias de valor.
Llegando a la casa parroquial, haciendo los vendajes de las heridas, describió ese día como:
1) el día más triste de tu vida,
2) el día más fracasado de su ministerio,
3) el día más infructífero de tu carrera.
Después de cinco años, el sacerdote decidió compartir esta historia con la iglesia.
Cuando terminaba de contar la historia,
una pareja destacada en esa parroquia lo detuvo y dijo:
- Padre, la pareja de la historia que se sentó en el fondo éramos nosotros.
-- Estábamos al borde de la separación en función de varios problemas y desacuerdos que había en nuestro hogar.
Esa noche decidimos poner fin a nuestra boda,
pero primero decidimos venir a la iglesia para dejar nuestras alianzas y luego cada uno seguiría su camino.
Mientras tanto, dejamos la separación después de escuchar su homilía esa misma noche.
Como consecuencia, hoy estamos aquí con el hogar y la familia restaurados.
Mientras la pareja hablaba, uno de los empresarios más exitosos que ayudaba en el sustento de esa iglesia saludaba, pidiendo hablar y al darle la oportunidad dijo:
- Padre, soy el señor que entró medio sucio con una cuerda en la mano.
- Yo estaba al borde de la quiebra, perdido en las drogas, mi esposa y mis hijos se habían ido de casa por cuenta de mis agresiones.
Esa noche traté de suicidarme, pero la cuerda se rompió.
Así que decidí comprar otra.
Cuando me puse en camino a comprar otra cuerda, vi la iglesia abierta, decidí entrar realmente sucio con la cuerda en la mano.
Esa noche, su homilía perforó mi corazón y salí de aquí con ánimo de vivir.
Hoy estoy libre de las drogas, mi familia volvió a casa y me convertí en el mayor empresario del pueblo.
En la puerta de la entrada de la sacristía, el Diácono gritó:
-- Padre, fui uno de esos ladrones que lo robaron. El otro murió esa misma noche cuando realizábamos el segundo robo.
En su maletín, había una Biblia.
La leí cada vez que me despertaba por la mañana.
Después de tanto leer, decidí participar en esta iglesia.
El Padre se quedó en shock y empezó a llorar junto con los fieles.
Después de todo, esa noche que consideraba como una noche de fracaso fue una noche muy productiva.
Y, el cuento sigue con una moraleja, que omito por razones de razones.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
UN CUENTO DE "MONOS"
UN CUENTO DE "MONOS"
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Un joven,
estudiante,
monje tibetano.
Iba a hacer su primera
experiencia
de retiro espiritual,
de tres meses.
Antes de partir
fue emocionado
a preguntarle
al Maestro:
-- ¿Sobre qué tema
-- me recomienda
-- reflexionar
-- en estos tres meses.
El Maestro, le dijo:
-- Reflexione sobre lo que quiera.
-- Menos sobre los monos.
Jajajajaja -- se rió el joven.
-- Me la puso fácil.
Y, se fue.
Apenas empezó su experiencia,
enseguida, se preguntó:
-- ¿Por qué el Maestro
-- quiere que no piense en monos ..
-- ¿Qué tendrán los monos?
Y, así fue durante
los tres meses,
día y noche.
Al regreso,
iba con ojeras
y trasnochado.
Y, fue a visitar
al Maestro...
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
UN CUENTO DE ALPARGATAS
UN CUENTO DE ALPARGATAS
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Un presidente constitucional
venezolano.
Llanero.
Usaba muchos refranes,
como buen llanero.
Las cosas en su gobierno,
iban como iban.
Y se presagiaban
tiempos difíciles.
Y, para refranear
la realidad político-económica
de lo que se avecinaba
dijo:
-- "vayan comprando
-- alpargatas
-- que lo que viene
-- es joropo".
Y, la cosa
después
se puso fea.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
UN CUENTO DE EMPUJÓN
UN CUENTO DE EMPUJÓN
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Apenitas, la semana
pasada.
Día martes,
mes de junio.
Fuí a la ciudad.
Y, en una de
"Un abío
y dos mandados",
fui a la casa
del Obispo.
Después de
saludar
y conversar
con el Obispo,
de manera franca,
y bonita,
al despedirnos,
mi carro no prendió.
Tenía mala la batería.
No daba
por arranque,
ni ese día,
ni los anteriores.
Se estaba prendiendo
de empujones.
Y, no habiendo más,
ni nadie,
fue el propio Obispo
quién empujó el carro,
para prenderlo empujado.
-- ¡Graaaaacias!...dije yo
montado ya en mi carro
y con ello decía
adiós...
Y hasta se veía simpática
aquella escena.
Y, así pude seguir
al segundo mandado
de un solo avío.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
UN CUENTO DE BEATIFICACIÓN
UN CUENTO DE BEATIFICACIÓN
P. Daniel Albarrán
Érase una vez..
Se había extendido
la noticia
de la BEATIFICACIÓN
del doctor José Gregorio Hernández.
Se sentía
una cosa bonita.
Era, tal vez,
orgullo,
agradecimiento,
sentimientos de
justicia agradecida.
Un no sé qué.
Y, era que se sentía
bonito
ver Realidad,
lo que mucho tiempo
se había esperado:
Aquel hombrecito
vestido de traje,
sencillo,
con las manos atrás,
y su sombrerito pequeño,
y su bigote.
Y, más bien, tímido.
Ese hombrecito,
que nos identifica,
nos represente,
nos consuela,
y nos da esperanza,
en las angustias de salud.
Ese hombrecito
era santo,
y se le iba a ubicar
en el santoral.
Era bonito saberlo,
y era bonito
saber que ya era tiempo.
Por eso,
ese no sé qué
de un no sé qué
de bonito.
Y estábamos contentos.
Provocaba decirle en confianza:
-- ¡Oye, doctor
-- José Gregorio...!
-- ¡Que bien!
Y querer pasarle
la mano sobre el hombro
en una de
-- ¡Que chévere!
Y en una de felicitaciones,
porque era ver
el logro del vecino,
del amigo,
del cercano.
Y, estábamos contentos...
Y, nos mandábamos
felicitaciones
entre todos,
esparciendo la noticia.
Y, habría toque de campanas
y habría solidaridad
en la noticia.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
UN CUENTO DE CONFIANZA Y FE
UN CUENTO DE CONFIANZA Y FE
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
En el mesón de la cocina
contiguo al comedor
estaba una imagen-replica
de un hombrecito:
Vestía traje negro,
de corbata,
tenía sombrero pequeño,
y portaba las manos
atrás.
Tenía bigote
bien cuidado.
Y de cachetitos gordos.
Mostraba mirada tímida.
Y, parecía
haber sido,
más bien callado
y de poco hablar.
Y, junto a la figurita
siempre había
una tasa de café negro.
Todos los días,
tenía una taza de café,
del café del día.
La imagen
era la representación
del doctor
José Gregorio Hernández.
-- ¡Hola, chamo!
Lo saludaba todos los días
el hombre de la familia.
Tomaban café juntos:
Una taza para el doctor,
y otra para él.
Era el café de la mañana.
Y, él le hablaba.
Era su amigo.
Su pana.
Había confianza.
Y, también,
usaba bigotes,
un poco parecido al del doctor.
Y, entonces, él
se fumaba un cigarro,
ahí,
delante del doctor,
su amigo.
Y, así,
todos los días.
Era bonito verlos
hablar:
más bien, monólogo.
Es que al doctor
se le veía
que era de poco hablar.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin.
UN CUENTO DE RECORDATORIO
UN CUENTO DE RECORDATORIO
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
La situación
estaba muy difícil:
No había agua.
No había
luz de electricidad.
La salud
dependía de
encontrar
una medicina.
Y, no
había dinero.
Más bien,
no alcanzaba.
Todo lo vendían
a dólares.
Lo más
económico
costaba
35 dólares.
Y, se ganaba
al mes
2 dólares.
Cosa de locura
la situación:
No alcanzaba.
Imposible.
Las dos hijas
estaban
al borde
de locura.
No eran
las únicas.
Entonces,
la mamá,
una señora de
noventa años,
les decía:
-- Ay, hijas,
-- no se preocupen...
-- de algún
-- lado saldrá.
Recuerden, decía ella:
-- Dios no está muerto.
-- Dios vive.
Y, con ello,
era que ella
sabía de
la experiencia
de "Dios proveerá".
Y, no abandona
a sus hijos...
Y, ahora,
que ella
ya no estaba ...
las hijas recordaban
la lección.
Y, era
que ahora
la situación
estaba peor que antes.
Y, seguía
empeorando,
y empeorando.
Y, citaban
lo aprendido.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
domingo, 19 de julio de 2020
UN CUENTO DE LETANIAS
UN CUENTO DE LETANIAS
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Se trataba
de advocaciones nuevas
en el rezo de las LETANIAS
al rezar el santo rosario.
El Papá Juan Pablo II
acuñó una nueva:
-- María, madre de la Iglesia.
Y, se responde:
-- Ruega por nosotros.
El Papa Francisco,
en su inicio
añadió:
-- Virgen presurosa,
inspirado en la Visita
de la Virgen María
a la prima Isabel.
Y, ahora,
apenas en junio 2020,
el mismo
Papa Francisco,
acaba de añadir
tres nuevas:
1) Madre de misericordia
2) Madre de la esperanza
3) Alivio de los migrantes
Y, con ello van creciendo
las advocaciones
o formas
y maneras
de llamar a la Virgen María.
Y, todo ello
para pedirle, que:
-- RUEGA POR NOSOTROS.
Y, es muy alentador,
con la tercera nueva advocacion,
saber
que, también,
María, la Virgen,
fue migrante:
estuvo, primero,
en Belén,
cuando lo del nacimiento
del niño:
todas las penurias
de no encontrar
posada.
También,
estuvo en Egipto,
en lo de la huida
por lo de Herodes
y el niño...
Es consolador.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin.
Nota:
El Papa Francisco realizó esas nuevas advocaciones el sábado 20 de junio de 2020, día del Sagrado Corazón de María, la Virgen.
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Se trataba
de advocaciones nuevas
en el rezo de las LETANIAS
al rezar el santo rosario.
El Papá Juan Pablo II
acuñó una nueva:
-- María, madre de la Iglesia.
Y, se responde:
-- Ruega por nosotros.
El Papa Francisco,
en su inicio
añadió:
-- Virgen presurosa,
inspirado en la Visita
de la Virgen María
a la prima Isabel.
Y, ahora,
apenas en junio 2020,
el mismo
Papa Francisco,
acaba de añadir
tres nuevas:
1) Madre de misericordia
2) Madre de la esperanza
3) Alivio de los migrantes
Y, con ello van creciendo
las advocaciones
o formas
y maneras
de llamar a la Virgen María.
Y, todo ello
para pedirle, que:
-- RUEGA POR NOSOTROS.
Y, es muy alentador,
con la tercera nueva advocacion,
saber
que, también,
María, la Virgen,
fue migrante:
estuvo, primero,
en Belén,
cuando lo del nacimiento
del niño:
todas las penurias
de no encontrar
posada.
También,
estuvo en Egipto,
en lo de la huida
por lo de Herodes
y el niño...
Es consolador.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin.
Nota:
El Papa Francisco realizó esas nuevas advocaciones el sábado 20 de junio de 2020, día del Sagrado Corazón de María, la Virgen.
UN CUENTO DE ABOGADO
UN CUENTO DE ABOGADO
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Cantinflas había matado
un perro.
Se llamaba Boby.
Y a Cantinflas
lo habían
metido preso.
Porque
habia matado
a Boby.
El abogado decía
que Cantinflas
no lo había
matado.
Cantinflas,
por el contrato,
sostenía que
si lo había matado.
Y, era que
habían matado,
también,
a un hombre
llamado Boby.
Y, lo acusaban:
Cantinflas hablaba
del perro.
Y, el abogado,
hablaba del occiso:
del hombre.
Entonces,
no se entendían:
ni abogado,
ni acusado.
Porque el acusado
se acusaba más.
Y, ahí estaba el detalle:
Felicitaciones a los abogados
en su día.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Cantinflas había matado
un perro.
Se llamaba Boby.
Y a Cantinflas
lo habían
metido preso.
Porque
habia matado
a Boby.
El abogado decía
que Cantinflas
no lo había
matado.
Cantinflas,
por el contrato,
sostenía que
si lo había matado.
Y, era que
habían matado,
también,
a un hombre
llamado Boby.
Y, lo acusaban:
Cantinflas hablaba
del perro.
Y, el abogado,
hablaba del occiso:
del hombre.
Entonces,
no se entendían:
ni abogado,
ni acusado.
Porque el acusado
se acusaba más.
Y, ahí estaba el detalle:
Felicitaciones a los abogados
en su día.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
UN CUENTO DE JUAN
UN CUENTO DE JUAN
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Juan el Bautista.
Un niño escogido
por Dios,
desde antes de nacer.
Y, primo de Jesús de Nazaret
El Evangelio dice, que
Isabel, su mamá,
era prima de María, la Virgen,
y fue visitada por ésta.
Y se quedó
con ella,
hasta que nació,
Juan.
Era hijo de sacerdote:
Zacarías,
que estaba mudo
desde que el ángel
le dió la noticia
de su paternidad.
Es de suponer, que:
Hijo de sacerdote,
fue criado
como tal:
todas sus prerrogativas
propias de la
estirpe sacerdotal:
y esmero
en el estudio de La Toráh:
conocedor de la Ley,
y sabedor
de las noticias
y expectativas sobre el Mesías.
También heredero
y continuador
en la línea sacerdotal,
de la tribu de Leví:
Juan, sacerdote, también,
por herencia
al ser hijo de sacerdote.
De suponer, también:
A los treinta años,
empezó a vivir
en el desierto.
Ahí su vocación
y tarea:
Precursor del Mesías,
Jesús,
su primo.
De quien habla
y prepara.
Anuncio:
"Creer y conversión"
Y, bautismo
del primo:
Proyecto de Dios.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Juan el Bautista.
Un niño escogido
por Dios,
desde antes de nacer.
Y, primo de Jesús de Nazaret
El Evangelio dice, que
Isabel, su mamá,
era prima de María, la Virgen,
y fue visitada por ésta.
Y se quedó
con ella,
hasta que nació,
Juan.
Era hijo de sacerdote:
Zacarías,
que estaba mudo
desde que el ángel
le dió la noticia
de su paternidad.
Es de suponer, que:
Hijo de sacerdote,
fue criado
como tal:
todas sus prerrogativas
propias de la
estirpe sacerdotal:
y esmero
en el estudio de La Toráh:
conocedor de la Ley,
y sabedor
de las noticias
y expectativas sobre el Mesías.
También heredero
y continuador
en la línea sacerdotal,
de la tribu de Leví:
Juan, sacerdote, también,
por herencia
al ser hijo de sacerdote.
De suponer, también:
A los treinta años,
empezó a vivir
en el desierto.
Ahí su vocación
y tarea:
Precursor del Mesías,
Jesús,
su primo.
De quien habla
y prepara.
Anuncio:
"Creer y conversión"
Y, bautismo
del primo:
Proyecto de Dios.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
UN CUENTO DE COSAS Y COSAS
UN CUENTO DE COSAS Y COSAS
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Un pueblo
parecido al Macondo,
de Cien años de soledad,
de Gabriel García Márquez.
En el que
sucedían cosas
que no eran imaginación.
Más bien,
cosas reales:
Era de una
mujer muy debota
en asuntos religiosos:
Tenía fama
de rezandera
y de hablar con
el Espíritu Santo.
Así lo decís ella.
Hasta el Espíritu Santo
le decía
cosas y le revelaba
cosas del más allá.
Eso decía ella.
Y, así,
también,
lo decía todo el mundo
del pueblo,
que no era Macondo.
Todos los días
la veían
con un crucifijo
pegado en el pecho,
pues iba de casa
en casa,
haciendo rezos
y conjuros.
Y, en ese ir,
se encargaba
de llevar chismes
e inventarlos.
So garantía
de tener
revelaciones.
Allá iba.
Con su crucifijo.
Y, con su fama.
Y, hasta blanqueaba
los ojos
cuando hablaba,
y que hablaba...
hablaba.
Y, no, precisamente,
de Buendía,
ni del pueblo de Gabriel García Márquez,
ni de Macondo...
Y, hablaba de la casa anterior
de la que había visitado,
y, así, en crescendo.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin.
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Un pueblo
parecido al Macondo,
de Cien años de soledad,
de Gabriel García Márquez.
En el que
sucedían cosas
que no eran imaginación.
Más bien,
cosas reales:
Era de una
mujer muy debota
en asuntos religiosos:
Tenía fama
de rezandera
y de hablar con
el Espíritu Santo.
Así lo decís ella.
Hasta el Espíritu Santo
le decía
cosas y le revelaba
cosas del más allá.
Eso decía ella.
Y, así,
también,
lo decía todo el mundo
del pueblo,
que no era Macondo.
Todos los días
la veían
con un crucifijo
pegado en el pecho,
pues iba de casa
en casa,
haciendo rezos
y conjuros.
Y, en ese ir,
se encargaba
de llevar chismes
e inventarlos.
So garantía
de tener
revelaciones.
Allá iba.
Con su crucifijo.
Y, con su fama.
Y, hasta blanqueaba
los ojos
cuando hablaba,
y que hablaba...
hablaba.
Y, no, precisamente,
de Buendía,
ni del pueblo de Gabriel García Márquez,
ni de Macondo...
Y, hablaba de la casa anterior
de la que había visitado,
y, así, en crescendo.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin.
UN CUENTO DE JESÚS
UN CUENTO DE JESÚS
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Jesús, dijo:
-- "El que ama a su padre o a su madre más que a mí,
-- no es digno de mí;
-- el que ama a su hijo o a su hija más que a mí,
--- no es digno de mí.
Y, pone con ello
una gran dificultad,
porque,
¿Cómo es eso de ir
en contra del mismo
cuarto mandamiento
de la Ley de Dios:
-- "honrarás a tu padre y
-- a tu madre"?
Y, es para
pegar un brinco
del susto:
-- ¿Cómo es eso?
Y, enseguida,
el mismo Jesús
da la solución,
a tan semejante problema.
Y, dice:
-- "El que no toma su cruz
y me sigue detrás
no es digno de mí".
Entonces,
el problema es
¿preferir la cruz propia
a estar sujeto
al padre y a la madre,
y todo eso?
Y, ya no hay problema.
Porque,
es, aún,
dejar a padre y madre
que carguen su cruz,
porque cada uno
tiene que cargar su propia cruz.
Y, así,
cada cual.
Entonces,
no es un problema
de ir contra
el cuarto mandamiento.
Es, más bien,
una reafirmación
de ese mandamiento,
porque cada uno
tiene su propia
Cruz.
¡Ufffggggggfff....!
Menos mal.
Qué alivio.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Jesús, dijo:
-- "El que ama a su padre o a su madre más que a mí,
-- no es digno de mí;
-- el que ama a su hijo o a su hija más que a mí,
--- no es digno de mí.
Y, pone con ello
una gran dificultad,
porque,
¿Cómo es eso de ir
en contra del mismo
cuarto mandamiento
de la Ley de Dios:
-- "honrarás a tu padre y
-- a tu madre"?
Y, es para
pegar un brinco
del susto:
-- ¿Cómo es eso?
Y, enseguida,
el mismo Jesús
da la solución,
a tan semejante problema.
Y, dice:
-- "El que no toma su cruz
y me sigue detrás
no es digno de mí".
Entonces,
el problema es
¿preferir la cruz propia
a estar sujeto
al padre y a la madre,
y todo eso?
Y, ya no hay problema.
Porque,
es, aún,
dejar a padre y madre
que carguen su cruz,
porque cada uno
tiene que cargar su propia cruz.
Y, así,
cada cual.
Entonces,
no es un problema
de ir contra
el cuarto mandamiento.
Es, más bien,
una reafirmación
de ese mandamiento,
porque cada uno
tiene su propia
Cruz.
¡Ufffggggggfff....!
Menos mal.
Qué alivio.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
UN CUENTO DE TOQUE
UN CUENTO DE TOQUE
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Un día de estos pasados.
El Papa Francisco
reaccionó
en uno de sus saludos
a los feligreses.
Iba caminando
e iba dando la mano.
En eso
una señora
le dió un jalón.
Y, el Papa reaccionó.
Y, se le vió
un gesto inusual.
Y, aquello fue
un vídeo viral.
Y se prestó
para todo comentario.
Menos mal
que el Papá Francisco
no ha ido
al pueblo
que se parece a Macondo,
y que no es Macondo.
Se parece.
En donde
un día
el párroco
tocó la mano
de la señora
de los rezos
y del crucifijo...
Y, andaba
diciendo
que el párroco
le había pegado.
E iba haciendo
un alboroto
de aquel
toque,
de sin más.
E, seguía
en sus rezos
de casa en casa
a las tres de la tarde,
y, entre lo que iba diciendo
era, precisamente,
eso mismo
aunque le desmentían
lo que decía,
y ella se enfurecía
e insistía que era
como ella decía.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Un día de estos pasados.
El Papa Francisco
reaccionó
en uno de sus saludos
a los feligreses.
Iba caminando
e iba dando la mano.
En eso
una señora
le dió un jalón.
Y, el Papa reaccionó.
Y, se le vió
un gesto inusual.
Y, aquello fue
un vídeo viral.
Y se prestó
para todo comentario.
Menos mal
que el Papá Francisco
no ha ido
al pueblo
que se parece a Macondo,
y que no es Macondo.
Se parece.
En donde
un día
el párroco
tocó la mano
de la señora
de los rezos
y del crucifijo...
Y, andaba
diciendo
que el párroco
le había pegado.
E iba haciendo
un alboroto
de aquel
toque,
de sin más.
E, seguía
en sus rezos
de casa en casa
a las tres de la tarde,
y, entre lo que iba diciendo
era, precisamente,
eso mismo
aunque le desmentían
lo que decía,
y ella se enfurecía
e insistía que era
como ella decía.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
UN CUENTO DE IMAGEN
UN CUENTO DE IMAGEN
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Estaba yo
en la capillita
del Santísimo.
Hacia los Laudes:
Oración de la mañana,
según la Liturgia de las horas.
Eran las
siete y media
de la mañana.
En eso,
me distraje
mirando un cuadro
de la Virgen María
con el Niño Jesús.
Era una mezcla
de estilos.
Full colorido.
Entonces,
me puse
a detallar:
El niño Jesús
y la madre, la Virgen María,
tenían las mismas facciones:
-- caras ovaladas
-- ojos alargados,
-- ojos, un poco achinados,
--cuellos alargados.
Y, en eso
me entretuve.
Entonces, me pregunté:
-- ¿El que pintó ese cuadro
-- se habrá dado cuenta de esos detalles?
Y, enseguida,
seguí preguntándome:
-- ¿Será que, María, la Virgen,
-- y el Niño Jesús
-- se parecerían,
-- aún, físicamente?
Y, me quedé
mirando el cuadro.
Y, me respondí:
-- Por supuesto,
-- que tendrían que parecerse
-- porque,
-- ambos, pertenecen
-- al mismo proyecto de Dios:
-- sin pecado original:
-- haciendo la voluntad
-- del Padre, Dios.
Y, volviendo
a mí realidad
continué
haciendo los Laudes.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Estaba yo
en la capillita
del Santísimo.
Hacia los Laudes:
Oración de la mañana,
según la Liturgia de las horas.
Eran las
siete y media
de la mañana.
En eso,
me distraje
mirando un cuadro
de la Virgen María
con el Niño Jesús.
Era una mezcla
de estilos.
Full colorido.
Entonces,
me puse
a detallar:
El niño Jesús
y la madre, la Virgen María,
tenían las mismas facciones:
-- caras ovaladas
-- ojos alargados,
-- ojos, un poco achinados,
--cuellos alargados.
Y, en eso
me entretuve.
Entonces, me pregunté:
-- ¿El que pintó ese cuadro
-- se habrá dado cuenta de esos detalles?
Y, enseguida,
seguí preguntándome:
-- ¿Será que, María, la Virgen,
-- y el Niño Jesús
-- se parecerían,
-- aún, físicamente?
Y, me quedé
mirando el cuadro.
Y, me respondí:
-- Por supuesto,
-- que tendrían que parecerse
-- porque,
-- ambos, pertenecen
-- al mismo proyecto de Dios:
-- sin pecado original:
-- haciendo la voluntad
-- del Padre, Dios.
Y, volviendo
a mí realidad
continué
haciendo los Laudes.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
UN CUENTO COMPLICADO
UN CUENTO COMPLICADO
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Cuentan los Evangelios
que Jesús, dijo:
-- Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado;
porque la pieza tira del manto y deja un roto peor.
-- Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos; porque revientan los odres
Y, aquí,
la cosa se complica,
porque:
-- Odres viejos y vino viejo
Y,
-- vinos nuevos en Odres nuevos.
Y, me surge,
de inmediato,
una pregunta:
-- ¿Qué cosa nueva en qué cosa nueva?
Y, se me ocurre
pensar:
-- cada día en cada día.
Lo de ayer,
se quedó para ayer.
Lo de hoy,
para lo de hoy.
Y, si es cierto
y valida esa manera:
Entonces:
-- "a cada día
-- le bastan sus afanes"
También lo dice el Evangelio.
Y, si
se siguen
las Bienaventuranzas,
eso mismo,
entonces,
parece ser.
-- no echar en odres viejos
-- lo de ayer,
-- lo que ya fue
-- en el ayer.
Amo de hoy,
en el hoy,
de hoy.
Entonces,
se trata
de una experiencia
existencial:
del hoy en el hoy,
y, así,
cada día.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Cuentan los Evangelios
que Jesús, dijo:
-- Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado;
porque la pieza tira del manto y deja un roto peor.
-- Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos; porque revientan los odres
Y, aquí,
la cosa se complica,
porque:
-- Odres viejos y vino viejo
Y,
-- vinos nuevos en Odres nuevos.
Y, me surge,
de inmediato,
una pregunta:
-- ¿Qué cosa nueva en qué cosa nueva?
Y, se me ocurre
pensar:
-- cada día en cada día.
Lo de ayer,
se quedó para ayer.
Lo de hoy,
para lo de hoy.
Y, si es cierto
y valida esa manera:
Entonces:
-- "a cada día
-- le bastan sus afanes"
También lo dice el Evangelio.
Y, si
se siguen
las Bienaventuranzas,
eso mismo,
entonces,
parece ser.
-- no echar en odres viejos
-- lo de ayer,
-- lo que ya fue
-- en el ayer.
Amo de hoy,
en el hoy,
de hoy.
Entonces,
se trata
de una experiencia
existencial:
del hoy en el hoy,
y, así,
cada día.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
UN CUENTO SOBRE YUGO
UN CUENTO SOBRE YUGO
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Jesús hablaba:
-- Gracias, Padre,
-- porque has escondido
-- tus cosas
-- a los sabios...
Y, enseguida,
el mismo Jesús,
dió una norma práctica:
-- cargad con mi YUGO
-- que es llevadero.
Y, hablaba
de cosas del campo:
-- hablaba del yugo.
Y, enseguida,
hacia pensar en:
-- en bueyes
-- en actividades de trabajo
-- de campo y agricultura.
-- en arar y en arados.
Y, entonces:
-- ¿Qué cosa es un yugo?
Es una pieza de madera
para tener unidos
a dos toros (bueyes)
por la parte de su cuello,
para jalar
otra pieza grande y pesada
que va haciendo
surcos sobre la tierra.
Y, eso es arar.
Entonces, Jesús,
hablaba
de cargar su yugo,
que es liviano y ligero.
Y, ¿en qué podría consistir
ese "su yugo"?
Ahí la pregunta.
Y, vendrán muchas
respuestas.
Y, hay que mirar
las bienaventuranzas,
y su mensaje (de Jesús):
-- pobres de espíritu
-- y, "Dios proveerá".
Y, el mismo Jesús,
ya había dicho:
-- ¿Preocupados de qué van a comer...y vestir...?
-- ¿No valen, ustedes, más que los pajaritos, y que Dios no abandona?
-- "¡¿Entonces?!"
Y nos cuentan los Evangelios
lo de la multiplicación
de los panes:
-- sitio despoblado
-- atardecía
-- mucha gente.
Y, los discípulos
angustiados:
-- ni tenemos para tantos.
Y, Jesús:
mandó que se sentaran
en grupos.
-- dió acción de gracias
-- no faltó el pan.
-- "¡¿Entonces?!"
Abandonados
en el "Dios proveerá".
Confianza.
Ese es su YUGO.
Y, es liviano.
No pesa.
-- ¡Ayyyy, Señor...!
-- ¡Ay, Señor!
Tan sencillo.
Tan simple.
Y, cuentan los libros sagrados
que Jesús, dijo:
-- Te doy gracias, Padre,
-- porque has escondido
-- estas cosas
-- a los sabios y entendidos
-- y la has revelado
-- a la gente sencilla.
-- "Así te ha parecido mejor".
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Jesús hablaba:
-- Gracias, Padre,
-- porque has escondido
-- tus cosas
-- a los sabios...
Y, enseguida,
el mismo Jesús,
dió una norma práctica:
-- cargad con mi YUGO
-- que es llevadero.
Y, hablaba
de cosas del campo:
-- hablaba del yugo.
Y, enseguida,
hacia pensar en:
-- en bueyes
-- en actividades de trabajo
-- de campo y agricultura.
-- en arar y en arados.
Y, entonces:
-- ¿Qué cosa es un yugo?
Es una pieza de madera
para tener unidos
a dos toros (bueyes)
por la parte de su cuello,
para jalar
otra pieza grande y pesada
que va haciendo
surcos sobre la tierra.
Y, eso es arar.
Entonces, Jesús,
hablaba
de cargar su yugo,
que es liviano y ligero.
Y, ¿en qué podría consistir
ese "su yugo"?
Ahí la pregunta.
Y, vendrán muchas
respuestas.
Y, hay que mirar
las bienaventuranzas,
y su mensaje (de Jesús):
-- pobres de espíritu
-- y, "Dios proveerá".
Y, el mismo Jesús,
ya había dicho:
-- ¿Preocupados de qué van a comer...y vestir...?
-- ¿No valen, ustedes, más que los pajaritos, y que Dios no abandona?
-- "¡¿Entonces?!"
Y nos cuentan los Evangelios
lo de la multiplicación
de los panes:
-- sitio despoblado
-- atardecía
-- mucha gente.
Y, los discípulos
angustiados:
-- ni tenemos para tantos.
Y, Jesús:
mandó que se sentaran
en grupos.
-- dió acción de gracias
-- no faltó el pan.
-- "¡¿Entonces?!"
Abandonados
en el "Dios proveerá".
Confianza.
Ese es su YUGO.
Y, es liviano.
No pesa.
-- ¡Ayyyy, Señor...!
-- ¡Ay, Señor!
Tan sencillo.
Tan simple.
Y, cuentan los libros sagrados
que Jesús, dijo:
-- Te doy gracias, Padre,
-- porque has escondido
-- estas cosas
-- a los sabios y entendidos
-- y la has revelado
-- a la gente sencilla.
-- "Así te ha parecido mejor".
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
UN CUENTO DE ABANDONO
UN CUENTO DE ABANDONO
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Pasadas las siete de la mañana.
Los días habían estado
lluviosos.
Las mañanas
eran muy frescas.
Igual,
hacia calor.
Estaba en el rezo
de los Laudes.
Entonces,
en el salterio
y los salmos
estaba el canto del
libro de Habacuc.
Y, había
una experiencia de fe
importante de resaltar.
Dice:
-- Aunque la higuera no echa yemas
-- y las viñas no tienen fruto,
-- aunque el olivo olvida su aceituna
-- y los campos no dan cosechas,
-- aunque se acaben las ovejas del redil
-- y no quedan vacas en el establo,
-- yo exultaré con el Señor,
me gloriaré en Dios, mi salvador.
Y, esa experiencia
de abandono
me pareció interesante.
-- Porque,
sea lo que sea,
y, como sea...
aún, adverso...
-- Aún, así:
-- "yo exultaré con el Señor,
-- me gloriaré en Dios, mi salvador".
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Pasadas las siete de la mañana.
Los días habían estado
lluviosos.
Las mañanas
eran muy frescas.
Igual,
hacia calor.
Estaba en el rezo
de los Laudes.
Entonces,
en el salterio
y los salmos
estaba el canto del
libro de Habacuc.
Y, había
una experiencia de fe
importante de resaltar.
Dice:
-- Aunque la higuera no echa yemas
-- y las viñas no tienen fruto,
-- aunque el olivo olvida su aceituna
-- y los campos no dan cosechas,
-- aunque se acaben las ovejas del redil
-- y no quedan vacas en el establo,
-- yo exultaré con el Señor,
me gloriaré en Dios, mi salvador.
Y, esa experiencia
de abandono
me pareció interesante.
-- Porque,
sea lo que sea,
y, como sea...
aún, adverso...
-- Aún, así:
-- "yo exultaré con el Señor,
-- me gloriaré en Dios, mi salvador".
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
UN CUENTO DE PRESENCIA
UN CUENTO DE PRESENCIA
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Ahí venía
la señora Josefa.
Venía full
de cosas para la Iglesia
del pueblo
que no se parece
a otro.
Traía en su bolso-cartera
de todo un poco.
En eso
sacó el desayuno
del párroco...
También sacó
un velón grande
de color amarillo
que traía
para colocar en el Santísimo,
y arrodillándose
frente al Sagrario,
dijo:
-- "Ay, Señor,
-- aquí estoy yo"...
Y empezó su conversación
bonita y muy suya
con el
Misterio del amor
y del amor de los misterios
de Dios.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Ahí venía
la señora Josefa.
Venía full
de cosas para la Iglesia
del pueblo
que no se parece
a otro.
Traía en su bolso-cartera
de todo un poco.
En eso
sacó el desayuno
del párroco...
También sacó
un velón grande
de color amarillo
que traía
para colocar en el Santísimo,
y arrodillándose
frente al Sagrario,
dijo:
-- "Ay, Señor,
-- aquí estoy yo"...
Y empezó su conversación
bonita y muy suya
con el
Misterio del amor
y del amor de los misterios
de Dios.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
UN CUENTO COMPLICADO
UN CUENTO COMPLICADO
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Cuentan los Evangelios
que Jesús, dijo:
-- Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado;
porque la pieza tira del manto y deja un roto peor.
-- Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos; porque revientan los odres
Y, aquí,
la cosa se complica,
porque:
-- Odres viejos y vino viejo
Y,
-- vinos nuevos en Odres nuevos.
Y, me surge,
de inmediato,
una pregunta:
-- ¿Qué cosa nueva en qué cosa nueva?
Y, se me ocurre
pensar:
-- cada día en cada día.
Lo de ayer,
se quedó para ayer.
Lo de hoy,
para lo de hoy.
Y, si es cierto
y valida esa manera:
Entonces:
-- "a cada día
-- le bastan sus afanes"
También lo dice el Evangelio.
Y, si
se siguen
las Bienaventuranzas,
eso mismo,
entonces,
parece ser.
-- no echar en odres viejos
-- lo de ayer,
-- lo que ya fue
-- en el ayer.
Amo de hoy,
en el hoy,
de hoy.
Entonces,
se trata
de una experiencia
existencial:
del hoy en el hoy,
y, así,
cada día.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
UN CUENTO DE ABANDONO
UN CUENTO DE ABANDONO
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Pasadas las siete de la mañana.
Los días habían estado
lluviosos.
Las mañanas
eran muy frescas.
Igual,
hacia calor.
Estaba en el rezo
de los Laudes.
Entonces,
en el salterio
y los salmos
estaba el canto del
libro de Habacuc.
Y, había
una experiencia de fe
importante de resaltar.
Dice:
-- Aunque la higuera no echa yemas
-- y las viñas no tienen fruto,
-- aunque el olivo olvida su aceituna
-- y los campos no dan cosechas,
-- aunque se acaben las ovejas del redil
-- y no quedan vacas en el establo,
-- yo exultaré con el Señor,
me gloriaré en Dios, mi salvador.
Y, esa experiencia
de abandono
me pareció interesante.
-- Porque,
sea lo que sea,
y, como sea...
aún, adverso...
-- Aún, así:
-- "yo exultaré con el Señor,
-- me gloriaré en Dios, mi salvador".
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
UN CUENTO DE PRESENCIA
UN CUENTO DE PRESENCIA
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Ahí venía
la señora Josefa.
Venía full
de cosas para la Iglesia
del pueblo
que no se parece
a otro.
Traía en su bolso-cartera
de todo un poco.
En eso
sacó el desayuno
del párroco...
También sacó
un velón grande
de color amarillo
que traía
para colocar en el Santísimo,
y arrodillándose
frente al Sagrario,
dijo:
-- "Ay, Señor,
-- aquí estoy yo"...
Y empezó su conversación
bonita y muy suya
con el
Misterio del amor
y del amor de los misterios
de Dios.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
EL MUNDO ESTÁ AL REVÉS
EL MUNDO ESTÁ AL REVÉS
ANTES/AHORA:
-- Es mala educación taparse la boca al hablar/Tápese la boca cuando me hables.
-- Ven a mi casa cuando quieras/No vengas ni a visitarme.
-- Mi marido no para en la casa/Mi marido, ahora, ni sale.
-- Vayan a misa/No vayan a misa.
-- No comulgues en la mano/Ponga la mano para comulgar.
-- Tiene un problema: tiene manía de la limpieza/Tiene un problema: no limpia todo y no desinfecta.
-- Es un ladrón: tenía la boca tapada/Es un desconsiderado: no usa tapaboca.
-- Acércate un poquito más/Ponte a metro y medio.
-- De nariz respingada/De nariz descubierta.
-- Dame un abrazo/Ni me toques.
-- Te apapacho/Ni te acerques.
-- Choca esas cinco/Choca ese codo.
-- Ni me saludó/Mejor ni me saludes.
-- Ven para acá/Échate pa'llá.
-- Agárrense de las manos/Mejor no se toquen.
Y, todos los demás que se pueden añadir....Y es de añadir...y aumentar y reenviar...
UN CUENTO DE ADVOCACIONES
UN CUENTO DE ADVOCACIONES
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
16 de julio:
Fiesta de la Virgen del Carmen.
Y, aparecía
ante la mente
la idea
de una imagen
de color marrón
y su escapulario.
Y, era suspirar
de sensaciones bonitas
y de recuerdos
de niño:
Una Virgen
querida
y de nuestros hogares.
Una imagen
de la Virgen,
devoción
de la abuela
y de los mayores.
Y, hacía
sentir y pensar
en oración nocturna,
y en confianza
familiar.
Y, era
recordar
el chocolate caliente,
el fogón encendido,
el olor a humo de leña,
al café recién colado,
al apretón del
abrazo de abuela,
y su bendición,
y su ternura
de madre y de abuela.
Y, era
recordar
el altarcito
en la sala
de la Virgen,
en la imagen
de El Carmen.
Y, era
saber
y vivir
de cosas
que nos traía
en memoria
la Virgen...
en un sentido:
-- Ruega por nosotros.
-- Amén.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
UN CUENTO DE VIERNES
UN CUENTO DE VIERNES
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Día viernes
de una semana más.
Señor:
se espera el viernes
con ansia.
Tal vez,
porque es el fin de semana,
y se le mira
como un pequeño final
de cinco días
de fatigas
y de cansancios.
¿Qué cambia?
Nada.
Aún, así,
se espera el día
el viernes.
-- ¿Para qué?
El hecho
es que
hoy, ya, es viernes.
Y, hay
como un alivio,
como un descanso.
Como si fuera
un stop
o un no sé qué
de una qué cosa,
para qué cosa.
Simplemente, Señor,
es viernes.
Y, gracias, Señor.
Porque es viernes.
Y, a nivel de
la Liturgia de las horas,
los Laudes,
podemos decir, siempre,
lo del Rey David
(Salmo 150):
-- Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
-- por tu inmensa compasión borra mi culpa;
-- lava del todo mi delito,
limpia mi pecado...
Tal vez,
por eso, Señor,
que se espera
el día viernes:
Tal vez,
para volver
a recordar
que tu misericordia
es tu misericordia,
y que es Grande-grande...
Tal vez,
por eso, Señor.
Y, eso
da reposo,
sosiego,
descanso.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
UN CUENTO SOBRE FE
UN CUENTO SOBRE FE
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Un conversatorio
sobre lo que es
la fe.
Y, más en concreto
sobre Dios.
-- Si Dios es
-- experiencia...
-- entonces,
-- la vida misma
-- es Dios.
Así, entonces,
-- respirar...es Dios.
-- existir...es Dios.
-- estar vivos....es Dios.
-- yo, tu, él, nosotros,
-- vosotros, ellos...
Es Dios.
-- cada cual...es Dios.
Y, eso es grande.
Demasiado grande.
Más bien, "hermoso".
Entonces,
Dios es
"humanidad".
Pero,
si Dios
es concepto,
Dios es:
fórmula
por aprender,
palabra e idea
por defender,
y diversidad de conceptos
de aferrarse.
Y, entonces,
volviendo...
-- "Yo soy el que soy",
dijo Dios
en lo de la zarza...
Y, dijo,
y no se definió.
Entonces:
-- ¡Dios mío!
-- ¿Qué/quién eres?
El que eres.
Y, lo que sé
es que sin tí,
nada/nadie
somos.
Amén.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
UN CUENTO DE RECORDATORIO
UN CUENTO DE RECORDATORIO
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
La situación
estaba muy difícil:
No había agua.
No había
luz de electricidad.
La salud
dependía de
encontrar
una medicina.
Y, no
había dinero.
Más bien,
no alcanzaba.
Todo lo vendían
a dólares.
Lo más
económico
costaba
35 dólares.
Y, se ganaba
al mes
2 dólares.
Cosa de locura
la situación:
No alcanzaba.
Imposible.
Las dos hijas
estaban
al borde
de locura.
No eran
las únicas.
Entonces,
la mamá,
una señora de
noventa años,
les decía:
-- Ay, hijas,
-- no se preocupen...
-- de algún
-- lado saldrá.
Recuerden, decía ella:
-- Dios no está muerto.
-- Dios vive.
Y, con ello,
la experiencia
de "Dios proveerá".
Y, ahora,
que ella
ya no estaba ...
las hijas recordaban
la lección.
Y, era
que ahora
la situación
estaba peor que antes.
Y, seguía
empeorando,
y empeorando.
Y, citaban
lo aprendido.
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin
UN CUENTO DE CIZAÑA
UN CUENTO DE CIZAÑA
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
Jesús hablaba
en parábolas:
-- El reino de los cielos se parece a un hombre
-- que sembró buena semilla en su campo;
-- pero, mientras la gente dormía,
-- su enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó.
-- Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña.
-- Entonces fueron los criados a decirle al amo:
-- "Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo?
-- ¿De dónde sale la cizaña?"
Y, cuenta que los criados
se ofrecieron
a ir a arrancar
la cizaña.
Y, el dueño
les dijo, que:
-- No.
Y, entonces:
hacemos la conexión de:
-- cizaña, con cosa mala.
-- trigo, con cosa buena.
La eterna
explicación
del mal.
-- ¿Por qué existe el mal?
En el caso que
cisaña haga
referencia exclusiva
a mal.
Y, vendrán
explicaciones
y explicaciones
y justificaciones.
Que si.
Que no.
Que:
- bla...bla... bla...
La respuesta la da
Jesús:
-- "déjalos
-- que crezcan
-- juntos".
Y, sin
querer,
y queriendo,
entonces,
está
el libro de Job:
-- no hay explicación
-- el dolor
-- el mal
-- existen.
Y, es un misterio.
Job
buscaba entender
y reta a Dios.
Los tres amigos
de Job
se escandalizan:
-- "¡¿Queeeeeeeeee...?"
Y, Job,
seguía de atrevido:
Ignoraba
las razones
de aquellos tres....
Y, solo hablaba
con Dios:
"su contrincante'
en aquella
búsqueda
de sentido
al sufrimiento,
al mal,
al dolor.
Y, Dios
callaba.
Y, Job
pleiteaba:
-- ¿Por qué...Por qué?
Y, al final
Job, dijo:
-- he hablado
-- más de la cuenta:
Está bien:
-- No hay explicación.
-- Es un misterio.
Y, quedaron
muy mal parados
los defensores de Dios:
los tres amigos de Job.
-- Silencio.
-- Silencio.
-- Silencio.
Porque es misterio.
No sé entiende.
No sé explica.
Así es.
-- ¡Ujú!
Y, Jesús
les dijo
lo que dijo el dueño:
-- déjelos
-- crezcan juntos...
Y, silencio...
Y, colorín-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin.
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