miércoles, 2 de mayo de 2018

UN CUENTO SOBRE EL PASTOR DE OVEJAS Y SUS PERRITOS OVEJEROS

UN CUENTO SOBRE EL PASTOR DE OVEJAS Y SUS PERRITOS OVEJEROS

P. Daniel Albarran

Era domingo.
Los mensajes de felicitaciones seguían llegando por ser el día del Buen Pastor.


Felicitaciones y más felicitaciones porque eres "buen pastor", y se acompañaba cada buen deseo con estampas de imágenes coloridas y bonitas.


Y, el Evangelio decía que Jesús decía que "Él, es el BUEN PASTOR". No decía "ustedes son pastores", sino que el Pastor, y bueno, era Jesús, en auto referencia.


-- Yo no soy pastor -- decía una persona involucrada.


-- Yo soy es un "perro ovejero" que escucha los silbidos del pastor que le indica que corra a ladrar por este lado o por aquel otro para que las ovejas sigan juntas.


-- Pero, todas las ovejas, y hasta los mismos perros ovejeros, mirando siempre al único pastor.


-- Siempre mirando al único pastor.

-- Los ladridos de los perros no es para que sigan a cada perro, sino para que sigan la voz del único que conduce.

-- El ladrido es ese recordatorio.

-- Y, un ladrido puede indicar que se está saliendo de la manada, como, por ejemplo, en el caso de los "bachaqueros".

-- El Pastor tiene dicho que hay que "amar al projimo". Y, no amarlo es ir contra Dios.

-- Y el perro ovejero con su "juao-juao-juao", le está diciendo a las ovejas, que esa práctica del bachaqueo no es lo que dice el Pastor que se haga.

-- Sigan al PASTOR. Al único.

-- No lo dice el perro ovejero. Él, simplemente, ladra y ladra, porque sabe que el silbido le está diciendo que hay ovejitas que se están separando.

-- Juao-Juao-Juao....

Y, las felicitaciones y parabienes seguían llegando en aquel domingo, y aún, al día siguiente.

Colorín-Colorado; este cuento no se acabado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario