UN CUENTO DE PEDRO
P. Daniel Albarrán
Érase una vez...
22 de febrero:
día de la Cátedra
de San Pedro.
Y, el Evangelio
decía
que Jesús
les preguntó
a sus discípulos
que qué pensaban
de él,
tanto la gente,
los otros,
como ellos mismos,
sus discípulos.
Entonces,
Pedro había
contestado:
-- Tu eres el Mesías,
-- al que teníamos
-- que esperar.
Entonces,
Jesús,
le contestó:
-- Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!,
-- porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso,
-- sino mi Padre que está en el cielo.
-- Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.
-- Te daré las llaves del reino de los cielos;
-- lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.»
Y, eso mismo
es la Cátedra de Pedro.
Jesús
hace que Pedro
sea
la autoridad.
Sin embargo,
el propio Pedro
comprende
que se trata
de un abrirse.
Ya lo dice
él mismo,
allá en
los Hechos de los Apóstoles,
cuando dijo:
-- Ahora,
-- caigo en la cuenta
-- que Dios no hace acepción de personas,
-- ino que en cualquier nación el que le teme y practica la justicia le es grato.
Y, ya,
con eso,
Pedro,
que es Cátedra,
y que es autoridad,
ejerce
su facultad
dada por
el mismo Jesús.
Y colorin-colorado; este cuento se ha acabado.
Fin